martes, 22 de abril de 2008

INFIERNO PARTE 3 La llegada al infierno


¡¡Sopas!! Amaneció y yo no pude dormir, tenemos una hora para estar en el muelle, porque el catamarán sale a las 7:30 de la mañana.

Salí de la habitación de Margarita, (mexicana), la gata con la que dormí. Me dirigí a la mía y la bruja seguía durmiendo.
No había nada en el piso, la habitación estaba muy ordenada, como si nada hubiera pasado durante la madrugada. Lo que si noté, fue un aroma a incienso muy placentero.

No, no, ¡no! la bruja seguramente quiere hacerme pensar que todo fue un sueño. Lo que no me explico, es porque nadie se dio cuenta. ¿Acaso todos están sordos en la casa? ¡Total al diablo con la vaina esa!
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¡Maldición! Como siempre se me hizo tarde, y ya casi no había nadie en la casa, todos se trasladaron al muelle. Me duché lo mas aprisa que pude y la gata seguía durmiendo. Hice todo el ruido que pude para despertarla pero ni se movía. Total, ¡que se cosa con sus propias habas.!!
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Corrí como 20 kilómetros de la casa al muelle, (bueno en realidad eran 4 kilómetros, pero parecían 20) y nadie había abordado el catamarán.
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Por fin pude ver a todos los tipos y las gatas de día... (todos con resacaaaaa)
Abordamos el catamarán y ¡SOPAS! ¡DEMONIOS! la bruja, gata muda ya estaba sentada haaaaasta atrás. ¡Como puede ser! si yo la deje dormidaaa!! ¡creanme! estaba dormida cuando salí de la casa.
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Todos tomamos los sillones hasta adelante, y ella se quedó sola atrás, a mi me hizo sentir extraña, así que también me senté atrás.

¡Hemos llegado pavos! Creo que grito uno de los marineros. Y... por... los... mil... demonios... aquello... era... enooooooooormeeeeeeee.... me impresiono el tamaño del casino flotante... enooooooooormeeeeeee...
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CONTINUARA...