lunes, 2 de junio de 2008

INFIERNO PARTE 9 Ahora se su nombre.


¡Me quede sorprendida! Con la boca abierta (igual a un cartoon) no podía creer que la gata tuviera voz.

-Kalía, Kalía Cameo, pero puedes decirme Kali- Claro que si yo le estaba diciendo mi nombre, pues yo quería saber el suyo- Y, ¿Tu?- Terminó de jalar del cigarro, y se sentó muy despacio en la cama-Tanay, pero puedes decirme Tana- ¡Sopas! la gata tiene un nombre.

-Y bueno Kali, ¿porque estas aquí? ¿Porque soportas todo esto? Los golpes, los encierros, las humillaciones, ¿porque?- ¡Rayos! no tenía la menor idea de que diablos hablaba, si, me golpearon una vez, pero... no he sido humillada, ni encerrada. ¿De que demonios hablaba Tanay?

No, no, no, no, yo tengo que enterarme...

Y, pregunté.

-¿Que tanto haz aguantado tu Tanay?- Me miró, se levanto, y mientras se asomaba por el balcón, noté que hacía algo con los dedos de sus manos, yo creo que estaba como nerviosilla, porque empezó como a rascarse los dedos con furia.

Noté que estaba llorando, y empezó ha hablar, y hablar, y hablar, y hablar, creo que por una media hora no paró. Yo... ¡estaba horrorizada con lo que estaba escuchando!

Cuando por fin paró, noté que estaba en cunclillas sosteniendo la baranda del balcón y apretando sus manos con mucha fuerza.

No pude evitar asustarme.............. La encerraron varias veces cortando fichas por cuatro o seis horas, la golpearon varias veces hasta barajar a la perfección, y lo último de las humillaciones, ¡no comió durante dos días! hasta que manejara a la perfección la pinche vaina esa de la ruleta.

¡Demonios! ¿¡En donde rayos vine a caer!?
Despues de unos minutos de horroroso silencio... Sentí que alguien estaba parado en la puerta de la habitación...

CONTINUARÁ...